Día de fiesta en Estados Unidos, en recuerdo de los veteranos de guerra (que no son ni pocos ni pocas). Aeropuerto de Anchorage, Alaska. Anuncian por megafonía que una trabajadora de Alaska Airlines, del servicio de atención al cliente, cantará el himno. Os sugiero que cliquéis en el enlace y veáis el vídeo. No hace falta verlo todo para hacerle una idea, dejando de lado valoraciones sobre cómo canta.

Se aceptan comentarios. No lo dudéis, Estados Unidos es un país muy especial, muy diferente al nuestro. Incluso de Canadá.

De hecho, haced el esfuerzo de imaginar qué pasaría si por megafonía se avisara de que un trabajador de Iberia, por poner un ejemplo, cantara el himno en honor a los veteranos de guerra. O más fácil aún, en honor a quien sea.

No digo que esto esté bien o mal, que cada uno haga su valoración. Pero tened en cuenta, cuando os hablen o lleguen noticias sobre Estados Unidos, que cuando una persona se pone a cantar el himno en público, todo el mundo se levanta y se quita el sombrero. Al el día siguiente, sale publicado en el principal periódico de la ciudad. No es una concentración de trumpistas o extremistas. La aceptación del patriotismo (en este caso, representado por el himno y toda la parafernalia a su alrededor) de forma tan generalizada, como un valor importante a respetar, es un rasgo común en algunos países. Pero en muy pocos adquiere ese grado de expresión pública tan desacomplejada y normalizada.