El pasado mes de noviembre (el primer martes después del primer lunes del mes) se celebraron en Estados Unidos las elecciones llamadas Midterms. Se llaman así porque se realizan a la mitad del mandato presidencial de cuatro años. En cada estado se realizan las elecciones y referendos correspondientes.

 

Os voy a explicar cómo han ido estas elecciones a Alaska, no solo porque este estado me interesa particularmente (como todos los estados donde organizo viajes), sino porque los resultados y el nuevo sistema electoral han tenido un importante eco en el resto del país.

 

En Alaska, este año, entre otras muchas elecciones, han elegido a gobernador, senador y congresista. El gobernador es la máxima autoridad del estado, el jefe del poder ejecutivo. El senador es uno de los dos que le corresponde a cada estado. Por los estados con poca población como Alaska, los senadores se convierten en figuras políticas muy relevantes, porque tienen un gran poder político en Washington. Son los embajadores de Alaska ante el gobierno federal. Finalmente, el congresista es también una figura relevante desde el punto de vista político, más que por su poder en Washington, debido a que Alaska solo elige a uno (ligado a la poca población del estado).

 

¿Cuál ha sido el resultado de estas tres elecciones?

 

La elección para gobernador le ha ganado Mike Dunleavy, con casi un 50% de los votos. Ya era gobernador (este será su segundo mandato), es republicano, cercano a Trump, pero que ha aceptado el resultado de las últimas elecciones presidenciales (en las que Biden ganó a Trump). Si queréis saber más sobre Dunleavy, aquí podéis consultar su perfil en la Wikipedia o su página en el gobierno de Alaska.

 

La elección a senador la ha ganado Lisa Murkowski. Republicana clásica y moderada, senadora desde hace 20 años, hija de senador… toda una institución política en Alaska. Es uno de los seis senadores republicanos que votaron a favor del Proceso de destitución de Trump (Impeachment). En otras palabras, está totalmente enfrentada al expresidente, hasta el punto que Trump y el partido republicano de Alaska, controlado por sus partidarios, propuso una candidata alternativa. En la votación inicial, quedaron empatadas, seguidas de lejos por la candidata demócrata. Con los votos de segunda opción (demócratas), ganó sin problemas a su oponente. Aquí puede consultar su perfil en la Wikipedia, o su página como senadora.

 

La elección a congresista la ha ganado Mary Peltola (perfil en la Wikipedia y página como congresista). Es demócrata, y también la primera mujer indígena (Yupik) que logra ese cargo. De hecho, lo obtuvo en una elección parcial hecha hace pocos meses, en la que se eligió al sustituto del anterior congresista, que había muerto repentinamente. Esa elección fue un aperitivo de lo que ha pasado en los Midterms, y la sorpresa saltó al ser elegida. Los republicanos moderados la votaron en segunda opción, en contra de la candidatura de Sarah Palin, ex gobernadora, ex candidata a vicepresidente y miembro destacado del sector que apoya incondicionalmente a Trump. En estos Midterms, se ha repetido la misma situación, con una parte importante de los votantes republicanos moderados rechazando votar en segunda opción a Sarah Palin.

 

Si os interesa consultarlos, aquí tenéis los resultados de las elecciones, con unas infografías de los votos que permite entender muy bien cómo funciona el sistema electoral de la elección preferencial de voto, que os cuento a continuación.

 

En los tres casos, era necesario más de un 50% de los votos para poder ser proclamado ganador. La razón es la nueva e innovadora ley electoral de Alaska. Ya se ha aplicado en otras elecciones (municipales, locales…) de otras partes del país. Pero Alaska es el primer estado que aplica a unas elecciones de este nivel la regla del ranked voting choice (lo traduzco como elección preferencial del voto). Esencialmente, se han cargado el sistema de primarias de los partidos políticos. Ya no se elige a un candidato republicano y a uno demócrata. Por ejemplo, en las elecciones a gobernador, había dos republicanos, un independiente y un demócrata. En las elecciones al Senado, había tres republicanas y una demócrata. Lo mismo ocurría en las elecciones al Congreso. Es uno todos contra todos, pero con una nueva opción para los votantes. Votas a quien quieres, y además, tienes derecho a realizar una segunda opción de voto.

 

¿Qué es una segunda opción de voto? Vamos por partes. Si ningún candidato consigue un 50% de los votos, entonces se elimina al candidato que ha quedado el último. El voto de segunda opción de los votantes de este candidato pasan a sumarse a los que han sacado a los candidatos que han quedado por delante. Si con estos votos de segunda opción, ningún candidato llega al 50%, entonces se elimina al siguiente candidato por la cola, y se añaden los votos de segunda opción a los votantes del candidato eliminado. Así sucesivamente, hasta que algún candidato consigue sumar, entre sus votos y los de segunda opción, el 50% necesario para ser proclamado ganador.

 

El efecto de este nuevo sistema ha sido devastador en la actual situación de crispación y extremismo político de la sociedad norteamericana. Esencialmente, los demócratas y republicanos moderados se han votado unos a otros en segunda opción. Es como si el sistema electoral haya permitido el surgimiento de una coalición de centro. Es seguro que una parte importante del electorado ha acabado votando por Dunleavy, Murkowski y Peltola, en primera o segunda opción.

 

De todo esto se pueden sacar algunas consecuencias relevantes. La primera, que incluso en un estado tan republicano y conservador como Alaska, existe una parte del electorado que rechaza el extremismo de Trump o a la izquierda woke, y que, sobre todo, quiere mantener el sistema tradicional de la política estadounidense, con un considerable nivel de consenso y que da un gran valor a la transversalidad/acuerdos entre partidos.

Otra lección a destacar es cómo los electores están buscando nuevos sistemas que permitan romper con una situación de impasse o de tensión, creada a partir del crecimiento de posiciones más extremas. En otros estados ya existen varias iniciativas para sacar adelante cambios en el sistema electoral similares a las de Alaska. En Nevada, han ganado un referendo, que obliga a cambiar la constitución del estado, para poder establecer este sistema electoral de elección preferencial del voto. Cuando el sistema no funciona y no garantiza la representatividad de la mayoría, esta mayoría actúa y lo cambia. En Estados Unidos, no paran de modificar las reglas del juego para mantener los estándares democráticos.

 

Por último, cabe decir que este sistema no es en absoluto una garantía de un voto menos extremo (si es que se puede utilizar este término por una opción en sí misma). Depende de cada lugar y circunstancias. Pero lo visto hasta la fecha es que las reglas de las elecciones pueden provocar que el resultado no corresponda con las preferencias de la mayoría de la sociedad.

 

El resultado es que Alaska han elegido al mismo tiempo a un gobernador republicano conservador, una senadora republicana moderada y una congresista demócrata moderada y (ojo al dato) indígena. Lo que comparten estos tres políticos con ideas y propuestas tan distintas es lo que une a una mayoría de los votantes en Alaska. Este sistema electoral de la elección preferencial del voto ha permitido esta coalición de votantes.

 

Ya se están haciendo análisis de cómo afecta a la elección preferencial del voto. Habrá que ver cómo evoluciona todo, en dos años tenemos nuevas elecciones.