20 Ago El Marion County Record y la libertad de prensa
Hace pocos días, en Marion, Kansas, el semanario local The Marion Record fue registrado e intervenido por la policía del condado. Se llevaron ordenadores y teléfonos. También entraron a inspeccionar en la casa de una de las propietarias, una mujer de 98 años. Todo ello gracias a una orden judicial.
Inmediatamente, todas las alarmas saltaron a los periódicos de todos los Estados Unidos, ya que el caso fue visto como un ataque a la libertad de prensa.
El Marion County Record es un semanario que cubre las noticias del condado de Marion (12.000 habitantes), en el estado de Kansas. Es propiedad de una familia local, uno de sus dueños es el director. La madre del director era otra propietaria. Digo "era", porque al día siguiente de la intervención de la policía, murió. 5 personas trabajan a tiempo completo, más otras 7 a tiempo parcial, con una tirada de 4000 ejemplares. Tiene una larga historia de fiscalización de las autoridades locales. El condado de Marion, como casi todo el resto de Kansas, vota mayoritariamente por los republicanos.
La focalización de toda la prensa americana sobre este pequeño y lejano condado de Kansas ha ayudado a difundir los detalles del caso, que han llevado, en un par de días, a devolver todos los ordenadores y teléfonos a sus propietarios. Se ha sabido que el Marion County Record había investigado, y en estos momentos volvía a investigar al jefe de la policía del condado, ligado a casos de conducción bajo efectos del alcohol. De hecho, la jueza que emitió la orden judicial que permitía entrar en el semanario y llevarse todo el equipamiento, ha sido dos veces pillada conduciendo, y habiendo bebido más alcohol de lo permitido.
El Marion Record ha podido publicarse, como cada miércoles. Dicen que quieren olvidar este percance, y seguir fiscalizando a las autoridades locales, como han hecho siempre. En muchas partes de Estados Unidos, estos pequeños semanarios locales son el único contrapoder dentro de una sociedad rural y conservadora… que al mismo tiempo, no deja de comprar estos semanarios, conscientes de su función e importancia como contrapoder.