18 Ago Phoenix, la dependencia del aire acondicionado
Phoenix está en el centro de una de las áreas metropolitanas más grandes de Estados Unidos, con un crecimiento más sostenido en el tiempo. Está ubicada en Arizona, en el desierto de Sonora, y más en concreto, en la llamada “Valle del Sol”. El nombre del valle, dentro de un desierto, ya nos explica que este lugar tiene una tendencia especial a las altas temperaturas, sobre todo en verano. Los indios de la zona procuraban evitar el valle durante buena parte del año. El nombre que los indios Navajo dan a Phoenix se traduce por “lugar donde hace calor”. Ya está todo dicho.
Los Angeles Times ha sacado un artículo sobre los problemas que el Cambio Climático está teniendo sobre esta ciudad. Recomiendo mucho su lectura. Describe la situación que pasa una mujer a la que se le estropea el aparato de aire acondicionado, en plena ola de calor.
Como os he dicho más arriba, la ciudad no deja de crecer. Una de las causas es que tiene un clima agradable en invierno. Por otro lado, el largo verano puede superarse gracias a ese “gran invento” llamado aire acondicionado. De hecho, el gran boom de Phoenix se inicia en los años 50 del siglo pasado, cuando el aire acondicionado empezó a ser asequible para la clase media.
A medida que las olas de calor se hacen más y más largas, el uso de los aparatos de aire acondicionado se incrementa. Resulta que muchos de estos aparatos están al límite de su funcionamiento, para el que fueron fabricados. En pocas palabras, hay que apagarlos algunas horas al día. Si están funcionando las 24 horas, día tras día, acaban petando.
Una parte importante de los residentes de Phoenix son personas mayores, jubiladas, que emigran a Arizona para disfrutar de su clima. Para una persona de cierta edad, dos o más días sin aire acondicionado en verano, puede ser causa de muerte (ataque de corazón).
Ya hace años que las olas de calor se alargan. Las estadísticas muestran que las muertes relacionadas con el calor durante el verano se están incrementando exponencialmente. En septiembre de 2018, a una anciana que debía 51 dólares del recibo de la luz, le cortaron el suministro. Se la encontraron muerta a los pocos días.
Pero en toda historia siempre hay alguien que lo ve en positivo. Los reparadores de aparatos de aire acondicionado van muy buscados, y están ganando mucho dinero. De hecho, en el artículo entrevistan a uno que afirma que si el cambio climático es cierto y las largas oleadas de calor siguen, de entrada, él se hará rico.
En todo esto, existe un dato importante: dentro del área metropolitana de Phoenix, la temperatura suele ser hasta 10 grados más alta que fuera de la zona urbana. En el mismo valle del Sol, en el mismo desierto de Sonora, no se llega a los extremos de calor que la construcción de casas y más casas, el asfalto de las calles, la maquinaria… generan. Un horno dentro de otro horno.
Todo ello hace que si hubiera algún problema grave de suministro eléctrico, ya se ha calculado que en el área metropolitana de Phoenix habrá que trasladar a refugios a unas 800.000 personas. Se calcula que habría unas 13.000 muertes.
Es más. Al igual que en San Francisco esperan el Gran Terremoto, en Phoenix ya se habla del Gran Apagón: que haya un corte de suministro eléctrico durante una de esas oleadas de calor, debido a la demanda disparada de los aires acondicionados. Una catástrofe sin precedentes, que amenaza uno de los polos de desarrollo de Estados Unidos.
Y todo esto, sin entrar en el tema del agua, debido a la sequía en toda la cuenca del río Colorado. De esto os hablaré en otro artículo.
PD: En mis viajes por el suroeste de Estados Unidos, tiendo a usar Phoenix como punto de inicio de la ruta. Todo un contraste con el resto del viaje.