29 Mar Recambio de árboles en Jasper
La población de osos (negro o pardo/grizzly) en el noroeste de Estados Unidos, Oeste de Canadá y Alaska, no para de crecer. Las causas son múltiples: las políticas de protección, limitando o gestionando su caza, la gestión del entorno natural, particularmente en parques nacionales y tierras de propiedad federal o estatal, las acciones en favor de la reintroducción del oso pardo /grizzly...
Los osos, como muchas otras especies, tienden a evitar el contacto con el ser humano. Sin embargo, el aumento de la población hace que se expandan más allá de las zonas más alejadas en las que se habían refugiado. Por otra parte, las poblaciones (pueblos y ciudades) están cada vez más cerca de los bosques o, simplemente, dentro de los parques nacionales. Muchas viviendas disponen de un pequeño jardín, donde es frecuente plantar árboles frutales (a menudo, manzanos o similares). Muchos de estos árboles están cargados de fruta a finales de verano, principio de otoño, cuando los osos entran en hiperfagia (antes del período de hibernación, se convierten en glotones descontrolados). Con su olfato, huelen desde muy lejos la presencia de la fruta, entrando en núcleos habitados, hasta los jardines donde encuentran la fruta.
Todo ello hace que la presencia de los osos cerca de los humanos sea cada vez más frecuente. Esto no sólo es peligroso (sobre todo para los niños, que son posibles presas para un oso hambriento), sino que hace que los osos se habituen a los humanos. Cuando un oso pierde su tendencia a alejarse de los humanos, se tiende a matarlo, para evitar males mayores. Se ha intentado dormirlos y trasladarlos hacia otros lugares, lejos del núcleo habitado. Es caro, complejo, y para colmo, suelen regresar, al cabo de un tiempo.
La reacción en muchos pueblos fue, ya antes de la pandemia, a impulsar a la gente a recoger la fruta cuando todavía estaba verde. Aquí explico el caso de Haines, en Alaska. Se forman equipos de voluntarios para ayudar, las escuelas realizan actividades para enseñar a los niños… Incluso hay una sidrería, en Montana, que cada año hace la sidra de los osos, con manzanas recogidas en este período, recogidas por particulares en sus jardines.
A pesar de estos esfuerzos, la llegada de osos no deja de aumentar. Ya hace unos años que en Jasper (capital del parque nacional del mismo nombre, en Alberta, Oeste de Canadá) tienen una “invasión de osos” hacia septiembre y octubre.
Este año, viendo que las políticas de recogida de la fruta verde no son suficientes, las autoridades del parque nacional y del municipio han optado por una nueva iniciativa: a todo el mundo que quiera, ofrecen sin coste alguno un árbol no frutal, para plantarlo en el sitio donde tienen un árbol frutal (que tienen que arrancar). Debe tener en cuenta que en Canadá, como en Estados Unidos, la propiedad privada es sagrada. Ofrecer, desde instancias públicas, realizar cambios en el interior de la propiedad, y pedir a la gente tener una visión más en favor de la comunidad, es un cambio muy grande.
El objetivo es llegar a cambiar la mayor parte de los árboles de los jardines particulares para eliminar el reclamo de los osos. Se plantea como una medida de seguridad, tanto para los habitantes como para los osos.
Habrá que ver los resultados, y sobre todo, si es una medida que deciden seguir en otros lugares donde tienen, más o menos, el mismo problema.